El Baloncesto Talavera tira de oficio para seguir invicto en casa

Una jornada más y ya son tres el Polideportivo ‘Primero de Mayo’ sigue siendo la fortaleza de un Baloncesto Talavera que sacude sus males a domicilio con sus bienes en casa, donde sumaría su tercera victoria en la tarde de este sábado y lo haría tras superar por 77-66 a Cesur Distrito Centro.

Sería un encuentro tal y como vaticinaba Jose Rey ante un rival que jugaría duro y que no perdió la cara al encuentro. De hecho un gran tercer cuarto de los madrileños complicó una cita que parecía ir sobre raíles tras haber llegado al descanso 16 arriba en el que sería, sin duda el mejor de los cuatro cuartos para los cerámicos.

Antes de ello la cita había iniciado con los locales fuertes en defensa y corriendo, lo que le daría las primeras rentas (6-0). Pero tal y como llegaron las mismas se fueron e incluso los madrileños cogieron sus primeras y últimas ventajas, un 12-14 merced a un par de tiros libres de Guijarro.

Ajustó de nuevo el conjunto cerámico con Cámara y Wellingthon Díaz al rescate y con un Jorge Tejera que cerraba el periodo con una penetracion a canasta y posterior bandeja para poner el 19-16 con el que nos íbamos a ir al final del primero de los parciales.

El segundo de los mismos sería el fiel reflejo de lo que puede llegar a hacer este equipo. Con confianza, velocidad de crucero y una gran defensa. Un ejemplo de esto último bien queda reflejado en el tremendo ‘gorrazo’ de Cámara ante Rico.

Otro que estaba ‘on fire’ y eso que parecía que no estaba era un Jorge Tejera que como quien no quiere la cosa ya andaba por los 16 puntos sumados y unas cifras de MVP. Todo parecía funcionar y encaminar a la victoria y tan solo había un lunar en forma de tercera falta de Carlos Poyatos, no todo podía ser perfecto. Aún así 50-34 y mitad del camino recorrido.

Llegó el paso por vestuarios y a los locales pareció como si se les enfriasen las ideas. Distrito Olímpico comenzó a jugar duro, a dominar el rebote y acerarse cada vez más en el marcador. Hasta los siete puntos llegaron a recortar los madrileños con un 63-55 con el que se cerraba los diez minutos del tercer periodo. Lo que parecía un partido sentenciado se torcía y lo que ocurriese en el último periodo iba a decidir.

Y ese poder decisorio le correspondería a un Poyatos que cogió las riendas bajo el aro y disipó todas las dudas locales y las esperanzas de un rival que llegó a ponerse a cinco (63-58) y que acabó sacando bandera blanca al final con un 77-66 con el que terminaba el envite en el Primero de Mayo.